10/01/2012

Liderazgo: Inteligencia Emocional

En el escenario actual de los negocios, la complejidad, el cambio acelerado y la inestabilidad del medio ambiente son una constante y las variables del éxito son múltiples y de diversa índole. En este contexto, los líderes auténticos tienen que ajustar sus conductas al contexto en que se mueven sin perder su originalidad.

"Lo primero que hay que destacar es cómo han cambiado las empresas. Su estructura, por ejemplo, es mucho más plana, menos jerarquizada, además se trabaja en equipo, en red, y las relaciones interpersonales son mucho más importantes", destaca Nureya Abarca, profesora titular de la Escuela de Administración de la Pontificia Universidad Católica de Chile y profesora de la clase ejecutiva de El Mercurio y la PUC.

Pero para que una empresa sea exitosa debe haber un liderazgo organizacional. "Hoy se demanda más que nunca una nueva generación de líderes que sepa actuar frente a las consecuencias no deseadas y comprender que las claves para una transformación exitosa pueden encontrarse en el propio conocimiento oculto dentro de la empresa", dice.

El éxito de un líder, en el largo plazo, no se debe a la pura fuerza de su personalidad ni a la amplitud e intensidad de sus habilidades. Si no se tiene la capacidad para percibir y adaptarse a las claves ambientales y a las condiciones cambiantes del mundo de los negocios, es poco lo que sus capacidades pueden mantener en el tiempo.

Inteligencia emocional

En los últimos años se ha hablado de que un líder exitoso se distingue por su "inteligencia emocional". "Y ésta no es más que un conjunto de disposiciones que hacen que una persona tenga control y conocimiento de sí misma, a la vez que una capacidad de relacionarse con otros, basada en su empatía y habilidades sociales", asegura Abarca.

Y agrega: "Hoy, lo relevante de un líder son sus características como ser humano, y no como especialista de una materia. El énfasis está puesto en la humanidad y en la capacidad de relacionarse con otros. Los líderes no nacen, llegan a serlo a través de sus esfuerzos personales en el que van adquiriendo esa difícil capacidad de movilizar a los demás".

Y para conseguir los mejores resultados, el líder debe tomar en cuenta, por un lado, su personalidad, experiencia, conocimientos, pero también debe considerar el historial, preparación y expectativas de sus seguidores y ser capaz de evaluar el contexto organizacional.

Trabajo en equipo

"Así, el líder de éxito es aquel capaz de comportarse en forma apropiada a las circunstancias, si lo que se necesita es dirección, es capaz de dirigir; si se requiere de libertad de participación, también es capaz de darla. Son todas capacidades que se pueden desarrollar. Por eso, para mí existe una unión entre la inteligencia emocional y el liderazgo", sostiene.

El líder también debe saber descifrar la situación que le toca vivir y conseguir la adhesión de sus seguidores.

"A veces la orientación a la tarea es ineludible, pero, en otras, son las emociones las que exigen una atención prioritaria", explica Nureya Abarca.

El grado de participación que se otorga a los miembros de una organización es uno de los elementos más importantes del liderazgo. "Debe ser capaz de elegir, frente cada situación, el grado de participación que resulta más apropiado para su equipo de trabajo en dichas circunstancias", dice.

Y agrega: "Sólo de esta forma se pueden tomar decisiones de calidad y en forma eficiente, satisfaciendo al mismo tiempo las necesidades de los empleados que, en los tiempos actuales, son cada vez más exigentes".

Pero no basta con darles participación a los colaboradores. Tanto o más importante es poder mantener entusiasmadas a las personas a lo largo del tiempo, de modo que no sólo sepan hacer bien las tareas, sino que quieran hacerlas con ganas.

"Cuando la dirección tiene el hábito de comunicar, gana en credibilidad y confianza. La herramienta por excelencia que logra la adhesión de los seguidores es la capacidad que tienen los líderes para comunicar", explica.

Liderazgo interno

Una organización, sea cual fuere su tamaño y naturaleza, es un conjunto de personas que cooperan entre sí para el logro de resultados. "La cooperación requiere que las personas se comuniquen entre sí de un modo eficaz y eficiente, que se hagan entender bien y con el mínimo esfuerzo", asegura Abarca.

También el líder debe saber entregar un reconocimiento a sus colaboradores por un trabajo bien hecho y conseguir así el compromiso y participación de su gente, que son la base de un vínculo sólido entre empresa y empleado.

"La clave de un buen líder es crear un ambiente de confianza, en el cual las personas se sientan trabajando a gusto, sin temores, con libertad para expresarse, donde se favorezca la experimentación y se premie la innovación y en el cual los errores se consideren parte del aprendizaje".

Una vez que se genera esta forma de trabajar, muchas personas en distintas situaciones pueden servir. "La organización permite eso y ahí surge el concepto que, para mí, es el más audaz o moderno, y es que en el fondo el líder lo único que hace es crear los espacios sociales para que las personas creen en esos mismos espacios nuevas ideas y nuevas formas de trabajo", sostiene.

Esto, además, asegura que la organización pueda perdurar, ya que, si bien el éxito se puede dar por situaciones externas o ajenas, si una empresa tiene internamente capacidad de liderazgo, que no está centrado en una o dos personas, se puede mantener sin ningún tipo de problemas a lo largo de los años.

"El know how o el trabajar con las personas dentro de la organización, ninguna compañía lo puede copiar o quitar, por eso es tan importante tener este tipo de liderazgo en la organización", precisa.

Estilos de liderazgo

Se pueden identificar tres estilos de liderazgo:

  • Los emprendedores, que se anticipan a menudo a su época y no se encuentran sujetos al contexto en que viven. Detectan el potencial de tecnologías innovadoras y emergentes. Vencen obstáculos y desafíos a veces insuperables y tienen una gran capacidad para perseverar hasta encontrar la solución.
  • Los ejecutivos, que tienen la habilidad para interpretar y explotar el contexto. Son capaces de tener una profunda comprensión de su ambiente y de esta forma hacen crecer su empresa. 
  • Los líderes, que enfrentan el cambio e identifican el potencial latente en empresas que otros dan por perdidas. Allí donde otros ven fracasos, ellos ven oportunidades.


Fuente
http://www.edicionesespeciales.elmercurio.com/destacadas/detalle/index.asp?idnoticia=0121062006021X0160010&idcuerpo=526

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